Circular desde Beranúy a la Sierra de Sis.
La Sierra de Sis separa los valles del Isábena y del Noguera Ribagorzana. Es una sierra exterior, situada bastantes kilómetros al Sur de la cadena axial, en un entorno claramente prepirenaico. Sus cimas no son muy llamativas y apenas superan la cota de los 1.700 metros de altura… pero tiene un gran atractivo, el de sus paredes abruptas de conglomerado que caen a pico sobre el valle del río Isábena.
La Sierra de Sis es una de las grandes desconocidas del Pirineo. No hay mucha información en Internet y pocas páginas se hacen eco de sus rutas. Nosotros tampoco habíamos visitado nunca esta zona del Pirineo… pero las fotos de las paredes de la sierra desde Roda de Isábena nos parecieron muy bonitas y nos generaba mucha curiosidad, así que nos decidimos a venir a conocerla aprovechando que la carretera que une Campo con el valle del Isábena (HU-V-9601) ha sido mejorada recientemente.
La ruta que hicimos es, quizá, la más popular de este rincón del Pirineo. Es una ruta circular bien señalizada que parte del pueblo de Beranúy y visita la ermita de la Virgen de Sis, enclavada en la cabecera del barranco de Patariu. Una ruta sencilla pero muy vistosa que nos permitirá conocer algunos de los rincones más bonitos de esta sierra.
Detalles del itinerario
Llegamos a Beranúy y aparcamos en la parte baja del pueblo, en una curva junto al Barranco de Padierno. Caminamos cuesta arriba buscando la parte alta, donde se ubica la preciosa iglesia de Santa Eulalia, un buen ejemplo de arquitectura románica pirenaica.
Detrás de la iglesia, una pista pavimentada sube de manera decidida. La tomamos. La pista pronto se transformará en una bonita senda. Las marcas blancas y amarillas del sendero PR-HU 47 nos ayudan a orientarnos, así como unas estacas de madera con una chapita verde que indica «Sierra de Sis – Senderos de Ribagorza». Esta es la ruta 13 de dicha red de senderos.
Una aclaración: las marcas blancas y amarillas llegan hasta la ermita de la Virgen de Sis, pero las estacas de madera se mantienen durante toda la ruta circular, por lo que deberemos seguirlas en todo momento.
La senda traza un zig-zag y se acerca a las paredes de conglomerado que hay justo encima del pueblo. Pasaremos bajo estas paredes verticales, incluso hay un tramo de la senda que discurre por una especie de abrigo de roca natural, muy bonito.
La senda busca un contrafuerte de la montaña, conocida como el Mallo (1.420 m). La pendiente es mantenida y se sube de manera bastante cómoda entre arbustos de boj y vegetación mediterránea. El paisaje nos recuerda bastante a otras zonas bastante alejadas del Pirineo aragonés como Oturia o Peña Oroel.
Las vistas se abren a medida que ganamos metros. Veremos el Congosto de Obarra en todo su esplendor y un montón de pequeños pueblos que salpican el valle: Calvera, Ballabriga, Visalibóns… el Turbón vigila desde las alturas apenas unos kilómetros al Oeste e incluso se llega a ver el macizo de las Maladetas, coronado por el pico Aneto.
Tras una subida constante y llevadera, en la cota 1.450, veremos un desvío al conocido como mirador del Mallo. El mirador está situado a algo más de medio kilómetro del sendero, pero merece la pena desviarse. Perderemos unos metros de desnivel y nos asomaremos al valle del Isábena desde este lugar privilegiado. Unos paneles nos ayudarán a identificar picos y pueblos.
Tras pasar un buen rato en el mirador, volvemos al sendero principal. Caminaremos unos minutos hasta toparnos con las Bordas de Beranúy, ubicadas a más de 1.450 metros en la solana de la montaña. Algunas bordas están en ruinas y otras siguen en pie, incluso hay una pequeña capilla.
Desde las bordas hasta la ermita de la Virgen de Sis, tenemos unos 2 kilómetros bastante amables, en franco descenso. Iremos alternando zonas más abiertas y otras de bosque mediterráneo. También atravesaremos algún arroyo.
Alcanzamos la ermita, situada junto al Barranco de Patariu que abre una enorme brecha en la montaña. Aprovechamos para sentarnos en un banco en la puerta de la misma y comer el bocadillo. Al sol, todavía, se está muy bien. A la sombra, sin embargo, hace un frío que pela… cosas del invierno en el Pirineo.
La ermita está en buen estado y tiene incluso un pequeño campanario. Anexa a la ermita, hay otra construcción que sí está en estado de ruina.
Abandonamos la ermita y cruzamos el Barranco de Patariu. Baja bastante crecido y no es fácil hacerlo sin mojarnos los pies. Al otro lado, la estrecha senda avanza entre el bosque, alternando cortas subidas con alguna bajada, en un entorno muy agradable aunque muy umbrío.
Este sendero de vuelta es muy bonito. Desde él, las vistas al barranco son espectaculares y podremos ver la verticalidad de las paredes de conglomerado en todo su esplendor.
Antes de comenzar el descenso al pueblo de Pardinella, el sendero se interna en el Barranco de la Paúl, curso de agua que desciende de la misma cima del Tozal del Sis (1.760 m). Este tramo, más abierto, es también muy bonito.
El descenso hacia Pardinella se hace por una senda estrecha y con bastante piedra suelta en su tramo inicial. Después, saldremos a un bosque de pino y la pendiente se modera bastante, haciendo el camino mucho más cómodo.
El último tramo antes de alcanzar la aldea de Pardinella lo haremos por terreno abierto, entre viejos campos de labor ya abandonados. Es un viejo camino de herradura en buen estado pero nos resultó complicado caminar por él ya que las lluvias de los últimos días habían convertido el camino en un arroyo…
Llegamos a Pardinella. Aunque en las eras del pueblo hay muchas bordas en ruinas, el pueblo está en muy buen estado con dos decenas de casas bien remodeladas y habitadas. En la parte alta del casco, una diminuta capilla hace las veces de iglesia del pueblo.
Tras el breve paso por Pardinella, ponemos rumbo a Beranúy. Seguiremos las marcas blancas y rojas del GR 18.1 (variante del sendero de la Ribagorza), que une La Puebla de Roda con Beranúy.
Tenemos por delante algo menos de 3 kilómetros, la mayor parte de ellos por senda y terreno bastante favorable, con poco desnivel.
En este tramo, tendremos unas vistas muy buenas del Mallo, la montaña a la que hemos ascendido horas antes. También cruzaremos de nuevo el Barranco Patariu antes de conectar con una pista forestal que nos devolverá a Beranúy.
Finalizamos así una circular sencilla y muy bonita que nos ha permitido descubrir este rincón del Pirineo tan desconocido para nosotros. Volveremos pronto por estas tierras, seguro…
Datos técnicos
Distancia: 13,9 km
Desnivel positivo superado: 800 m+
Tiempo neto: 4 horas y 30 minutos
Fecha de realización: 28/12/2019
Cartografía: Visor IGN
Algunos links interesantes
Si visitamos la zona, no debemos dejar de ver algunos de sus monumentos más emblemáticos. Uno de ellos es el monasterio de Obarra, situado a la entrada del congosto del mismo nombre, junto al río Isábena, en la carretera que une Graus y Bonansa.
Otro magnífico lugar es el pueblo de Roda de Isábena, una aldea muy pequeña situada en lo alto de una colina y que cuenta, incluso, con una catedral, la más pequeña de España. Es un pueblo muy bonito con un casco en perfecto estado y muchos turistas. Merece la pena darse un paseo por sus calles y echar un vistazo a la panorámica del Pirineo que se obtiene desde su parte alta.
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