TRAIL BRONCHALES 43K
Cuarta edición de esta carrera que se organiza en la Sierra de Albarracín y que este año ha reunido a más de 1.800 corredores de montaña en sus cuatro modalidades, dejando claro el carácter popular y la gran acogida de la prueba, especialmente entre los atletas valencianos.

La carrera de 43 Km que aquí se detalla, discurre entre los municipios de Bronchales y Noguera de Albarracín, ascendiendo a Peñablanca (1.856 m) y a Sierra Alta (1.854 m), dos importantes montañas de la zona. Es una carrera bastante corrible, con muchos kilómetros por senda entre pinares, casi siempre a la sombra.

El perfil, como puede verse, es bastante rompepiernas con 5 o 6 subidas bastante potentes aunque no muy largas (la mayor de ellas tiene 400 m+). Un terreno divertido donde siempre es un placer correr.
NOTA: foto de cabecera de Last Race Studio. La mayor parte de fotografías están sacadas de mi colección y han sido realizadas en excursiones y entrenamientos por la zona.
CRÓNICA Y ANÁLISIS DEL RECORRIDO
De nuevo en Bronchales tras participar en las ediciones del 2016 y del 2017. Vuelvo con las mismas ganas de correr de siempre y, por desgracia, otra vez con algunos problemas físicos, esta vez en el tobillo tras la carrera de Luesia de hace 3 semanas donde acabé con un dolor bastante intenso.

A las 7 de la mañana se da la salida, adelantada media hora debido a la intensa ola de calor que estamos sufriendo. Más de 300 corredores tomamos la salida en la modalidad maratón.
Salida rápida por las calles del pueblo y en leve pendiente hasta salir a una pista forestal. Tras 2 kilómetros rápidos, entraremos en una senda bastante empinada. Es la subida a la Peña Cervero (1.764 m), primera del día con 200 metros positivos para ir calentando las piernas.
Desde el primer momento las fuerzas acompañan y me veo muy fresco en las subidas, sin embargo, el tobillo no está para muchos kilómetros y pronto comienza a quejarse… la mañana va a ser larga.

Tras coronar este modesto pico, comienza una bajada por pista que después se convierte en una empinada senda que atraviesa un tupido bosque. Bajada muy divertida, que desemboca en el Barranco de la Tejera.
En este punto comienza una nueva subida, de nuevo bastante potente aunque corta, hasta la Vicidilla, de unos 150 metros de desnivel positivos. Alcanzaremos una llanura con un campo de fútbol donde encontramos el primer avituallamiento y subiremos después unos metros más por pinar hasta coronar la Peña de la Huerta (1.773 m). Comienza aquí un tramo bastante cómodo de 10 kilómetros.
Bajaremos por pista hacia la Fuente del Canto, la más famosa de Bronchales, aunque este año no llegamos a entrar en ella y pronto giramos a mano derecha para seguir descendiendo paralelos al Río del Puerto.
Estamos en una zona muy húmeda, donde el terreno es irregular. Ando con cuidado por mi tobillo, mirando bien donde piso. Me adelantan bastantes corredores pero no me preocupa, voy con cabeza y con ganas de disfrutar más que de competir.
Pasamos por debajo de la carretera del Puerto de Orihuela (A-1512) y encontramos el segundo avituallamiento del día, estamos en el km. 10 y llevo una hora justa de carrera. Tras parar a beber y a rellenar los botellines, comenzamos un nuevo tramo, muy llano, que se caracteriza por la ausencia de senda.
Correremos por terreno cómodo, atravesando un denso pinar. Poco a poco iremos girando hacia el Sur y nos toparemos con una pista forestal. Tramo cómodo en leve descenso hasta alcanzar el kilómetro 15, donde se encuentra el tercer avituallamiento de la carrera.
Tras una leve subida hasta la cota 1700, comenzaremos a descender hacía el valle del Río Garganta por una bonita senda, muy rápida. Tras alcanzar el lecho del río, comienza la subida a Peñablanca (1.856 m), la más dura del día, con unos 350 metros de desnivel positivo y una inclinación muy fuerte en algunos puntos.

La subida es llevadera en su inicio, pero a medida que nos acercamos a la cima la inclinación aumenta y la senda se va difuminando hasta desaparecer. La parte final es la más dura con inclinaciones que rondarán el 40%.

Subo cómodo, sin forzar, mejor que en la pasada edición del 2017 y alcanzo el control y el avituallamiento que se encuentra en la cima. Ahora sí, es hora de beber bien, rellenar botellines y comer algo. Estamos en el km 19 y en el techo de la carrera, a más de 1.850 metros de altura.

Si la subida ha sido dura, la bajada también tiene lo suyo… El primer kilómetro es cómodo, por el cordal de la montaña, pero después giramos a la izquierda por una empinada ladera. No tengo los bastones y aquí los echo de menos, bajo con torpeza y me adelantan hasta 10 corredores… qué desastre. Por fortuna, el tramo más inclinado dura poco y pronto salimos a terreno despejado y cómodo, conectando rápido con el río Garganta de nuevo.

Los siguientes kilómetros los haremos paralelos al río Garganta. A veces sin senda, siempre entre pinares, atravesando un paisaje solitario y salvaje. Es un tramo muy bonito.

En estos kilómetros bastante cómodos aprovecho para adelantar a toda la grupeta de corredores que me ha pasado bajando y, de paso, alcanzar a algún otro corredor. Las sensaciones siguen siendo muy buenas y, cuando el tobillo no se queja dando pinchazos, puedo ir a buen ritmo, especialmente en los tramos correderos y sin dificultad técnica.

Sobre el kilómetro 23, salimos del valle del Garganta para comenzar a ascender al Cerro de la Laguna (1.765 m) por el Barranco de Peñas Agudas, unos 400 metros de desnivel positivo, algo más cómodos que la ascensión a Peñablanca, pero no un camino de rosas…

Sendero técnico y algo vestido en algunos tramos e inclinación moderada. Al finalizar la ascensión, llegamos a una zona llana de nuevo entre densos pinares. Es un tramo ideal para correr y apretar fuerte. Pronto alcanzaremos la laguna que da nombre al cerro, que suele estar seca los meses de verano.

Nuevo avituallamiento y de nuevo el mismo ritual: parar a beber, rellenar botellines, tomar sales y comer algo. Hoy es un día muy caluroso y estos pequeños detalles ayudan a evitar calambres y pájaras. Sin duda, merece la pena perder unos minutos.
Volvemos a la carrera. Por delante tenemos una bajada corta al Barranco de Peñas Agudas y una nueva subida corta pero intensa nos deja en el Puntal del Caco (1.777 m). En esta cima, conectaremos con una pista forestal muy cómoda que desciende rápidamente hacia Noguera de Albarracín.
Un sendero algo técnico nos deja en el pueblo de Noguera. Estamos en el kilómetro 32, a 11 de meta. Como algo rápido y bebo bastante líquido, pues queda un tramo muy duro, que no debemos subestimar, con dos ascensiones.
Salgo rápido de Noguera y comienzo a adelantar a algunos corredores en la subida por pista del Barranco de la Tejeda, no confundir con la Tejera (con “r”) que cruzamos al comienzo de la carrera. Algunos son de la distancia 25 Km y otros de la maratón. Sin duda, merece la pena guardar fuerzas para esta subida pues se puede correr bastante y muchos ya caminan. Es ideal para ganar posiciones.

La pista sube de forma constante con una inclinación suave siguiendo el curso del río, muy agradable. Aprovecho para correr y caminar en los tramos más empinados, pero siempre a ritmo intenso. En el km. 35 de carrera, abandonamos la pista y salimos a una senda de una inclinación muy potente que asciende por terreno pedregoso.
Hacemos cima en el penúltimo monte del día, la umbría del Tío Martín (1.814 m) y comenzamos a bajar por una senda muy bonita hasta el Barranco del Portichuelo, valle situado entre esta montaña y Sierra Alta, última subida del día. En esta bajada hay un nuevo avituallamiento.

En dicho descenso comienzan los problemas. Mi tobillo no para de quejarse dando pinchazos y mi pierna derecha está muy cargada debido a forzar la pisada durante treintaytantos kilómetros. Llegan los calambres y paro un poco a estirar en un árbol… estos últimos kilómetros se van a hacer muy largos.

Tras pasar por la Fuente de la Rosa, comienza la subida a Sierra Alta (1.854 m). De nuevo, unos 250 metros de desnivel por terreno rudo que se hacen muy duros a estas alturas de la carrera. Hago cima en Sierra Alta y para abajo sin parar en el avituallamiento. Hay ganas de llegar a meta.

En esta edición han cambiado este último tramo. Ya no bajamos por un senderillo muy agradable y que traza varias zetas, sino que nos bajan por un camino más empinado y técnico aunque también más corto.

Tras alcanzar la Fuente de Sierra Alta, una leve subida nos deja en las Corralizas. Desde aquí, quedan dos kilómetros a meta. En lugar de pasar por el camping, nos bajan por una senda muy bonita que discurre paralela al Barranco de la Rambla, pasando por encima de las antiguas minas del pueblo.

Bajada rápida que nos deja en Bronchales, un último esfuerzo, ya se oye la megafonía y entrada cuesta abajo donde podemos apretar los dientes y darlo todo. Gran ambiente en meta, donde llego en 5 horas y 26 minutos, puesto 21º absoluto.

Termino muy contento, pues el tobillo ha resistido mejor de lo esperado y me ha permitido ir casi todo lo rápido que quería. Ahora toca curarlo de verdad, pues en tres semanas llega la primera carrera larga larga del año: Celestrail en Andorra.

DATOS TÉCNICOS
Distancia: 43 km
Desnivel positivo acumulado: 2060 m+
Fecha: 30/06/2019
Tiempo: 5 horas y 26 minutos
Puesto: 21º de 315 corredores
LINKS DE LA CARRERA
OPINIÓN PERSONAL
Cuarta edición de esta carrera que se ha convertido en uno de los mayores eventos de trail en Aragón. La organización ha creado una carrera muy atractiva, con un recorrido muy corrible pero también duro y, sobre todo, muy muy bonito.
Marcaje excelente, muchos avituallamientos, voluntarios en cada cruce, gran ambiente en salida y meta… en definitiva, una carrera importante con una organización excelente. A la vista está que el número de inscritos no para de crecer año tras año.
Seguramente vuelva el próximo año 2020 para intentar darle un pequeño mordisco al crono de este año.
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