VISITA AL PUEBLO ABANDONADO DE PEÑA. SIERRA DE PEÑA.
En lo alto de un risco inclinado, perdido en medio de una sierra prepirenaica, entre bosques y barrancos, se encuentra el pueblo abandonado de Peña. Deshabitado desde los años cincuenta del siglo XX, presenta un conjunto de edificios de gran valor y bastante bien conservados como son la Iglesia de San Martín o la torre del castillo.

El pueblo está enclavado en la modesta Sierra de Peña, alineación montañosa que discurre paralela a la sierra de Leire y al pantano de Yesa, pero unos kilómetros más al sur, muy cerca de las localidades de Sangüesa (Navarra) y Sos del Rey Católico (Aragón).
El recorrido de hoy es circular y parte de Torre de Peña, población muy cercana a Gabarderal (pedanía de Sangüesa). Iremos a Peña por la senda clásica que sube desde Torre de Peña, bordeando los límites de una amplia finca particular dedicada a la caza. Para volver, recorreremos la cabecera del Barranco de Peña y terminaremos bajando por el viejo GR-13 (Cañada de los Roncaleses), sendero de gran recorrido ya descatalogado que unía Tudela con Isaba.

EL RECORRIDO
Nuestra ruta de hoy comienza en Torre de Peña, una finca situada en Gabarderal, pueblo de colonización y pedanía de Sangüesa. Antes de un cartel de «prohibido el paso», veremos una campa a mano derecha donde podemos dejar el coche. Comenzamos a caminar por la pista asfaltada de Torre de Peña. Pasaremos junto a un par de casas de campo de gran tamaño, imagino que de los dueños de la finca, y una sencilla ermita.

La pista de asfalto se torna en pista de tierra y llegamos a un cruce de pistas. Tomaremos la pista de la izquierda. Avanzamos unos metros pero pronto llegamos a la puerta de la finca de caza. Cerca de ella, unos metros antes, sale una senda marcada con hitos a la que debemos tomar.

La senda es agradable, discurre por un frondoso robledal y sube de forma llevadera. En ocasiones pasa junto a los límites de la finca de caza que está bien cerrada con una valla. Cuidado los días de invierno con las batidas de caza… Nosotros vinimos a principios de febrero y tuvimos que darnos la vuelta. Las batidas no solamente se realizan en la zona vallada, todo el terreno por donde discurre la ruta es una finca particular.

Pronto veremos en lo alto de un risco inclinado la vieja torre en ruinas de Peña. Estamos cerca. El último tramo es sombrío y muy bonito, la vegetación densa y frondosa, siempre por bosque. Los últimos metros antes de llegar a la ladera donde se asienta el despoblado tienen una cadena a modo de pasamanos para asegurar el paso. La verdad es que es bastante innecesaria pues no hay ningún peligro de caída…

Y salimos a la ladera donde se encuentra el despoblado de Peña. En la parte baja hay algunas casas en ruinas diseminadas y en la parte más alta la vieja torre defensiva en ruinas (Torre Mayor) donde llegamos a subir.

Las vistas desde la torre en ruinas son muy buenas. Destaca al Norte el Bisaurín, aunque hay bastantes brumas y los picos del Pirineo no se distinguen bien. Más cerca y en Navarra, asoma la Peña Izaga al otro lado de la villa de Aibar.

Paramos a fotografiar la bonita iglesia de San Martín de Tours, con su curioso arco por donde pasa el camino de acceso al pueblo. Es un lugar muy especial y diferente, solamente por esto ya merece la pena subir hasta aquí.

Tras la visita a la iglesia, nos desviaremos a mano izquierda para subir al cementerio. De camino a él, pasaremos por una vieja fuente medieval y dejaremos a un lado la Torre Mayor que hemos visitado previamente.

El cementerio de Peña tiene una historia muy curiosa. En 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, un avión inglés fue alcanzado en el sur de Francia por las baterías antiaéreas alemanas y cayó en esta sierra. Murió el capitán Walker que fue enterrado en esta localidad. El copiloto del avión, logró salvarse al saltar en paracaídas y caer cerca de Sos del Rey Católico.

Cerca del cementerio hay un buzón montañero, sin embargo, no estamos en ninguna cima. Este hecho se debe a que la cercana cima de Peña (1.069 m) permanece inaccesible para los montañeros al estar dentro del coto de caza privado. He leído que se puede pedir permiso al guarda de la finca para acceder pero, por defecto, el acceso está prohibido. Una pena, pues las vistas desde la cima deben ser muy buenas, además el buzón montañero de la cumbre es una réplica de la Iglesia de Santa María de Sangüesa.

Tras la visita obligada al cementerio, bajamos de nuevo hasta la entrada del pueblo y comenzamos el camino de regreso. Primero, iremos un rato por pista. En este tramo, merece la pena darse la vuelta para contemplar la estampa de Peña colgado en la ladera.

Dejaremos a mano derecha la pista que vuelve a Torre de Peña y seguiremos por la pista que sale a mano izquierda. Cuando alcancemos el collado de la Erica, tomaremos una senda que sale a la derecha. Este caminillo discurre por el cordal que constituye la cabecera del Barranco de Peña y tiene unas vistas muy buenas de todo el entorno.

Iremos pasando por algunos pequeños promontorios, subiendo y bajando, siempre por un entorno muy bonito donde abundan los bosques de robles. Si echamos la vista atrás, veremos el pueblo de Peña cada vez más y más lejos…

Haremos cima en el pico del Vedadillo (877 m), que no tiene buzón ni marca, y tomaremos dirección Norte. Llaman la atención las numerosas palomeras o puestos de caza que vamos encontrando por el camino, algunos de ellos ya abandonamos y en estado ruinoso.

El terreno se abre y avanzamos por una senda con muy buenas vistas. Estamos a punto de alcanzar la Cañada de los Roncaleses, pero antes echaremos de nuevo un vistazo a Peña. Desde la distancia, se aprecia mucho mejor la montaña del mismo nombre que hay detrás a la que no se puede subir.

Conectamos con la Cañada de los Roncaleses. El sendero está algo desdibujado en algunos tramos, es ancho, pero la vegetación, en especial el boj, se ha metido en medio del camino en algunas zonas y hace algo incómodo el paso. En alguna ocasión hay que echar mano del GPS para asegurarnos de que no nos hemos metido por una senda paralela.

El sendero nos deja en la parte baja del valle y terminamos conectando con una pista forestal. Ya por pista, volveremos al punto de inicio, es decir, la finca de Torre de Peña.
Terminamos muy contentos con la ruta. Ha sido una circular muy llevadera y agradable y el día ha acompañado. Nos vamos con un recuerdo muy bueno de Peña, quizá el despoblado más bonito que hemos visitado hasta la fecha.
DATOS TÉCNICOS
Distancia: 12 km
Desnivel positivo superado: 550 m+
Tiempo neto: 3 horas y 30 minutos
Fecha de realización: 02/03/2019
Cartografía: Visor IGN
ALGUNOS LINKS INTERESANTES
Personalmente, me gusta mucho visitar pueblos deshabitados, especialmente cuando estos se encuentran en la montaña o rodeados de paisajes naturales de interés. En el pirineo aragonés ya hemos visitado una buena lista de ellos, especialmente en las zonas del Sobrepuerto y del Valle de Vió.
Hay algunas páginas de referencia en Internet que consulto con frecuencia para informarme de los despoblados que vamos a visitar en alguna de nuestras rutas de montaña. Están cargadas de fotos e historias muy interesantes que explican cómo fueron estos lugares… Son estas:
OTRAS RUTAS EN EL PREPIRINEO NAVARRO
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