Circular por el valle de Tringonier.
El pico Ibonet, pico Negro o Arriouère (2.868 metros) es una gran mole de la divisoria pirenaica situada cerca del túnel de Bielsa. De color rojizo y en algunos puntos casi negro, no destaca por sus formas alpinas. Casi todas sus vertientes presentan un acceso cómodo, aunque siempre largo, ya que los accesos rodados quedan muy alejados.

Zona solitaria como pocas del Pirineo Central, donde es fácil no cruzarse con nadie en todo el día aunque sea verano.

En la ruta de hoy remontaremos el valle de Tringonier o Trigoniero hasta el refugio de la Plana y seguiremos hasta el Puerto de Tringonier o de Moudang. Desde ahí, una fácil arista nos dejará en la cima del pico Ibonet. Para descender, lo haremos por la vertiente sur del ibón de Tringonier, más escarpada y compleja. Ya en el ibón, solamente quedará seguir una vertiginosa senda colgada que nos devolverá a la Plana del Cabo y de ahí bajaremos por el valle de nuevo hasta la aduana.
Acceso
En la carretera que une Bielsa con Francia, tras pasar la población de Parzán y a la altura del km. 87, encontramos la antigua aduana franco-española, ya abandonada. A mano derecha, hay una amplia explanada donde se puede dejar el coche.
Detalles del itinerario
A las 9 de la mañana llegamos a la antigua aduana franco-española (1.300 metros). El tiempo es perfecto para comenzar a andar con 9 grados, leve viento de Norte y cielos completamente despejados.
Cruzamos el puente de Tringonier sobre las aguas del río Barrosa y comenzamos a caminar por el sendero balizado PR HU 180 (marcas blancas y amarillas) que va remontando el valle de Tringonier o Trigoniero, dejando el arroyo del mismo nombre siempre a mano derecha.

El sendero es muy agradable. Alternamos tramos más despejados con tramos de bosque y en algún punto podemos asomarnos a las cascadas del barranco de Tringonier, el cual baja bastante caudaloso para la época.
Si miramos atrás, destaca la montaña de Liena (2.602 metros), donde se ubicaban las antiguas minas de Parzán.

El sendero cruza varios barrancos. El más importante tiene instalado un puente metálico que milagrosamente ha aguantado tras las fuertes tormentas de junio. Tras cruzar el puente, alcanzaremos en pocos minutos la inmensa Plana del Cabo.

Si miramos al frente, veremos las paredes que cierran la planicie y por donde bajaremos en unas horas del ibón de Tringonier. Si vamos hacia el Norte alcanzaremos, tras cruzar la plana, el desvencijado refugio libre de Tringonier (1.970 metros), que lleva en obras varios años.

Tras la breve paradita para picar algo y echar crema solar, retomamos el camino hacia el Puerto de Tringonier o Puerto de Moudang siguiendo siempre las marcas blancas y amarillas, sin pérdida.

Remontaremos cómodas laderas, con el barranco siempre a nuestra izquierda. A partir de la Plana de Marcatiecho (2.200 metros) las laderas de hierba dan paso a la roca rojiza oscura y el sendero gana en inclinación.

Remontaremos rápidamente hasta los 2.400 metros, donde un pequeño circo nos corta el paso al cercano Puerto de Tringonier.

Trazaremos un zig-zag por la izquierda, siguiendo las vetustas estacas del sendero de Pequeño Recorrido. Evitaremos un nevero, duro como una piedra, por su parte más alta y alcanzaremos el Puerto de Tringonier (2.495 metros), muga fronteriza 325.

Nos asomamos al otro lado y vemos montañas francesas conocidas: Arbizon (2.831 m), Pic du Midi (2.877 m), Aret (2.935 m)… muchos de ellos en la libreta de «pendientes». También obtenemos unas vistas muy buenas del valle de Moudang que queda justo al otro lado. Un valle precioso donde existe un curioso conjunto de granjas que merece la pena visitar.

Desde el puerto, el pico Ibonet parece cercano, pero el terreno engaña… ya llevamos un rato caminando por la ancha arista y el cansancio hace acto de presencia.

Retomamos el camino tras una nueva parada, y vamos subiendo el lomo de la montaña siguiendo una traza de senda apenas perceptible y algún hito. Debemos de alcanzar el collado entre el Pic de Lia (2.774 metros) y nuestro pico Ibonet.

Las vistas desde la arista en un día tan despejado como el de hoy son excepcionales. Destaca la inmensa mole del macizo del Posets todavía con bastante nieve en sus laderas. Se nota que este año 2013 ha sido generoso en precipitaciones y relativamente fresco.

Tras alcanzar el collado seguiremos por la cresta norte, siempre sencilla aunque muy descompuesta hasta alcanzar la cima del Pico Ibonet (2.866 metros). En la cima un gran hito marca el punto más alto.

En la cima aprovechamos para reponer energías mientras miramos todo lo que tenemos alrededor. Destacan el mencionado Posets (3.375 m) y el Bachimala (3.177 m) al Este y la Munia (3.133 m) y Monte Perdido (3.355 m) al Oeste. A nuestros pies, el ibón de Tringonier por donde pasaremos más tarde.

Tras las fotos de rigor y casi una hora en la cima, comenzamos a descender por su arista sur. Algo más compleja que la cresta norte por donde hemos subido. Bajaremos con precaución el primer tramo, muy descompuesto y resbaladizo.

No hay ningún paso complicado, pero todo lo que tocamos se cae, literalmente, y tenemos que andar con cuidado para no tirar mucha piedra.

Tras pasar la parte más inclinada llega otro resalte que pasamos por el lado francés, bajando por una empinada pedrera muy descompuesta. Tras este resalte, alcanzamos terreno cómodo y ya por una alfombra de hierba bajamos sin problemas al Puerto de la Plana (2.590 metros).
Buenas vistas desde aquí al valle francés de Rioumajou, mil metros más abajo.

Desde el Puerto de la Plana no podemos bajar en línea recta al ibón de Tringonier, pues hay un escarpe junto al ibón que lo impide. Debemos de trazar una curva dirigiéndonos primero al SurOeste y luego al NorOeste. En esta bajada pasaremos junto al pequeño Ibonet o ibón de Castet que da nombre al pico que acabamos de subir.

La bajada es trivial si el tiempo y la visibilidad acompañan aunque no hay hitos ni sendero alguno.

Alcanzamos el solitario Ibón de Tringonier (2.400 metros), bonito y solitario como pocos. Aprovechamos para echar alguna foto y hacer la última pausa antes de tomar la senda que baja a la Plana del Cabo.

Si seguimos dirección SO veremos algún hito que nos invita a bajar hacia la Plana del Cabo. La senda, en este punto, apenas se percibe. Trazamos un primer zig-zag y seguimos ahora dirección Norte por una empinada faja de hierba hasta alcanzar un gran hito.

A partir de aquí el sendero mejora y lo seguiremos hasta la Plana.

Primero bajamos mediante un zig-zag unos 100 metros de desnivel. Después, tomamos una nueva faja que llanea e incluso sube algunos metros, dirección Sur.

Al acabar la faja, bajaremos directos siguiendo hitos hasta la Plana del Cabo (1.950 metros). Esta senda me pareció muy bonita y aérea y no es nada conocida. Sin duda, esta ruta permite conocer rincones muy desconocidos de esta parte del valle de Bielsa.

Desde la Plana, y con las luces del atarceder, bajamos tranquilamente por el valle de Tringonier hasta alcanzar de nuevo la antigua aduana (1.300 metros).

En esta ruta no subiremos una montaña espectacular, pero conoceremos un valle brutal, poco conocido y nada explotado. En todo el día solamente vimos, de lejos, a un montañero. Todo el valle para nosotros. Si os gusta la soledad, apuntad esta ruta.
Datos técnicos
Distancia recorrida: 19,5 kilómetros aprox.
Desnivel positivo acumulado: 1.600 metros aprox.
Tiempo neto: 8 horas y 30 minutos
Fecha de realización: 10/08/2013
Cartografía: Valles de Chistau y Bielsa. Bachimala. Escala: 1:25.000. Editorial Alpina.
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