SENDERISMO EN PLENO CORAZÓN DEL SOBRARBE
De los cuatro valles o cañones que conforman el Parque Nacional de Ordesa (a saber: Ordesa, Pineta, Añisclo y Escuaín), las Gargantas de Escuaín es el menos conocido y visitado. Este cañón, encajonado en la parte oriental del parque, entre el Castillo Mayor (2.020 m) y la pared sur de Pineta, está conformado por el río Yaga, afluente del Cinca, río corto pero muy salvaje en un entorno muy poco humanizado.

La ruta de hoy remonta el valle de este río Yaga, desde su desembocadura en el Cinca a la altura de la carretera que sube a Bielsa hasta el mismo pueblo de Escuaín en las puertas del Parque Nacional. Lo haremos a través de los senderos balizados PR-HU 39 y GR-15.

La ruta es sencilla ya que se realiza en todo momento por buena senda, pero no debemos despreciar su desnivel acumulado (más de 1000 m+) ni su longitud (más de 22 km). En definitiva, una ruta muy bonita para hacer en una jornada de otoño, pero madrugando un poco más que nosotros… que empezamos a andar casi a las 12 del mediodía y acabamos volviendo de noche, con los frontales, al coche.
EL RECORRIDO
Aparcamos el coche en Hospital de Tella, junto a la carretera. Hace un día soleado pero muy frío, de puro invierno. A media tarde, en Escuaín, apenas se superaban los 3º de temperatura…

Comenzamos la ruta siguiendo el sendero balizado PR-HU 39 con dirección Mirabal/Estaroniello/Tella. Este sendero se coge al otro lado del puente sobre el río Yaga y está perfectamente señalizado.

En los primeros kilómetros, la senda discurre dirección norte, colgada unos metros por encima del cauce del río. Pasados un par de kilómetros, alcanzaremos un frondoso pinar y cambiaremos de orientación pasando a la cara norte de la montaña. La vegetación cambia y también la temperatura. La frondosidad del bosque hace que vayamos casi todo el rato a la sombra.

Las vistas son muy buenas, a la zona de Tella y a Punta Llerga (2.267 m), una de las montañas importantes de la zona que, además, tiene una nevada muy contundente para ser 1 de noviembre.

El camino sube de forma suave pero constante. La senda es estrecha pero cómoda, se anda bien aunque en algunos tramos la vegetación es bastante abundante y hay que tener cuidado con las zarzas. Iremos pasando por diversos barrancos que bajan bastante cargados de las montañas.

El sendero pasa cerca del pequeño despoblado de Bies que queda unos cientos de metros más arriba del camino a mano izquierda. Hay una senda sin señalizar que sube al pueblo desde el camino, o al menos eso indican los mapas, nosotros no llegamos a ver el desvío para tomarla. Sí que el pueblo puede observarse colgado en la ladera desde el propio camino.

Sin abandonar la senda, llegaremos al cruce del PR-HU 39 donde podemos desviarnos a Mirabal y a Tella. Si alguien está interesado en hacer la ruta circular volviendo por Tella, puede consultar este link de una ruta muy bonita que hicimos hace ya unos años por esta misma zona.

Seguiremos rectos, dirección a Estaroniello y Escuaín. Tendremos ahora un leve tramo de descenso que nos dejará a la altura del cauce del río. En este punto, hay un puente metálico que permite cruzar a la localidad de Estaroniello.

En este punto, abandonaremos definitivamente el PR-HU 39, que cruzará el puente para ir a Estaroniello y después a Tella, para tomar el sendero GR-15 que baja desde Tella y se dirige a Escuaín y a Bestué. Cambiaremos las marcas blancas y amarillas por las blancas y rojas.

Ya por el GR-15, el sendero mejora y se ensancha un poco. Pasaremos por tramos muy bonitos donde el bosque posee unos colores de otoño muy vistosos. Como la primera parte del recorrido la hemos realizado por pinar, estos colores no eran tan llamativos.

La senda llanea y cruza algunos barrancos para después subir de forma muy decidida hacia la carretera que comunica Puértolas con Escuaín. Esta subida se realiza por un bosque muy espeso y cargado de colores. El musgo recubre cada piedra, cada rincón. Es un tramo espectacular, más ahora en otoño.

La senda nos deja en la carretera, a 1 km. del casco urbano de Escuaín. Realizaremos este tramo bastante ligeros, admirando las vistas de la cara Norte del Castillo Mayor y los bosques que rodean al pueblo.

Alcanzamos por fin el pueblo de Escuaín, casi a las 3 y media de la tarde. El pueblo, ubicado en la cara Norte del Castillo Mayor, es muy sombrío y frío y a estas horas hace un fresco importante. Comemos el bocadillo sentados en una fuente junto a la Iglesia. Lo que más llama la atención de este pueblo es la cantidad de gatos que hay… en un momento estamos rodeados por más de 15 gatos hambrientos. Nuestro perro, que es más bueno que el pan, aguanta sentado y nervioso mirándolos un poco despistado y con cara de circunstancias…

Para combatir el frío, nos damos una vuelta por el pueblo. Vuelta corta, pues apenas son 10 casas. El pueblo está deshabitado, o mejor dicho, habitado de forma ocasional. Hay algunas casas arregladas y una oficina de turismo del Parque Nacional.

Sin duda, es uno de los pueblos más bonitos que he visitado en el Pirineo. Auténtico como pocos y con unas vistas brutales. Puro Sobrarbe.

La vuelta la hacemos por el mismo camino, con paciencia y bien abrigados. A eso de las 6 de la tarde comienza a anochecer y sacamos los frontales, que usaremos la última hora de ruta. Alcanzamos el Hospital de Tella a eso de las 19:30 horas, cansados y con frío pero muy contentos por haber aprovechado el día a tope… Qué bien se está de vacaciones!!!
DATOS TÉCNICOS
Distancia: 22,5 km
Desnivel positivo acumulado: 1.000 m+
Tiempo neto: 7 horas
Fecha de realización: 01/11/2018
Cartografía: Sobrarbe Central. Escala: 1:40.000. Editorial Alpina.
ALGUNOS LINKS INTERESANTES
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