La Sierra de Vicor o Vicort y la Sierra de Algairén son dos importantes alineaciones montañosas del Sistema Ibérico de Zaragoza que vemos a mano izquierda si vamos de Zaragoza a Madrid por la autovía A-2. La Sierra de Vicor es especialmente reconocible desde la carretera, pues en una de sus cimas hay un enorme radar con unas instalaciones militares.

Son sierras modestas, que no alcanzan los 1.500 metros de altura, pero son las «montañas de verdad» más cercanas a Zaragoza. Este hecho y la belleza de sus paisajes y bosques hacen que sean visitadas por muchos zaragozanos que vienen aquí a entrenar o a, simplemente, dar una vuelta o hacer una ruta senderista como nosotros.

La ruta de hoy asciende al Pico del Rayo, que con sus 1.427 metros es la máxima elevación de la Sierra de Vicor, y lo hace por su cara norte, desde el pequeño pueblo de Inogés, en el valle del río Grío. Ruta sencilla donde el mayor atractivo lo encontramos en las sendas que recorren los bosques que cubren todas estas laderas: acebos, pinos, carrascas… una variedad tremenda que sorprende por estar en una zona tan cercana al «secarral zaragozano».
EL RECORRIDO
Dejamos el coche en Inogés, junto a la carretera, que divide el pueblo en dos. Día frío, con fuerte viento de sur y con muchos seteros en el monte que aprovechan para buscar hongos tras las últimas lluvias.

Comenzamos a caminar por una pista que se va internando poco a poco en la sierra, en leve ascenso. Desde la pista, se ve perfectamente el Pico de la Nevera (1.411 metros) con sus instalaciones militares en la cima. Cabe destacar que este pico fue, hasta la década de los 50 del siglo pasado, el punto más alto de la sierra de Vicor con 1.440 metros. Pero las obras para instalar el radar obligaron a crear una llanura en su cima perdiendo unos metros de altura… Otro dato curioso: se barajó la cumbre del Moncayo como emplazamiento de este radar, aunque finalmente parece que lo descartaron por cuestiones climáticas.

La pista sube decidida ganando desnivel de forma rápida y dejándonos a 1.100 metros de altura, es decir, habremos superado la mitad del desnivel total de la ruta. Antes de alcanzar el collado Marijil (1.157 m), abandonaremos la pista para tomar un sendero que nace a mano izquierda, balizado con marcas de pintura blancas y verdes (sendero local).

La senda llanea unos cientos de metros y después pasa a ascender de forma constante a través de un hermoso pinar. Es uno de los tramos más bonitos del día. Los pinos se van alternando con algunos ejemplares de acebo que destacan por sus frutos rojos.

La senda nos dejará en una amplia pista a la altura del refugio libre del Acebal a unos 1.250 metros. El refugio está algo dejado y sucio por dentro, pero puede venir bien ante una emergencia.

Para seguir ascendiendo hasta la cima del pico, debemos tomar la senda que nace detrás del refugio y que sigue estando balizada de blanco y verde. De nuevo se interna en el pinar y atraviesa un paraje muy bonito y húmedo, con rocas cubiertas de musgo por todas partes.

Esta senda nos deja ya en el cordal de la montaña, por el que discurre una pista forestal. Desde allí tendremos apenas unos cientos de metros hasta alcanzar la cumbre.

Alcanzamos por fin la cima del Pico del Rayo (1.427 m), donde nos sorprende el fuerte viento de sur. Acurrucados tras la caseta de vigilancia que hay en ella, aprovechamos para comer algo y beber agua.

Las vistas desde la cima del Pico del Rayo son muy buenas. Al Norte tenemos la Sierra de Algairén en todo su esplendor, destacando la cima del Valdemadera (1.273 metros), llena de antenas. Más al fondo es posible ver las cimas más representativas del Pirineo en los días más claros, como el Monte Perdido (3.355 m). Al Sur, Calatayud y toda su comarca.

Tras 10 minutos soportando el intenso frío de la cima comenzamos el descenso que lo haremos de forma directa a Inogés. Primero, en la primera curva de la pista, tomaremos un nuevo sendero balizado con marcas blancas y verdes que desciende en línea recta con una fuerte inclinación.

Tras pasar la zona más inclinada, el sendero se modera y nos deja de forma plácida en una pista que rodea toda la montaña, en la cota 1.200. Seguiremos por la pista descendiendo hasta alcanzar el conocido como Collado Mayor (1.150 metros).

En las inmediaciones del collado, un sendero balizado solamente con hitos de piedra, parte a mano derecha y comienza a descender por un pinar internándose en el Barranco de las Borderas.

Este sendero es bastante más salvaje que los anteriores, está más vestido y menos marcado pero se puede avanzar relativamente bien por él. No hay pérdida, pues hay un gran hito cada pocos metros.

Esta senda conecta con otra más amplia y en mejor estado que sube desde Inogés. Ya por este nuevo camino seguiremos descendiendo por un bonito bosque mediterráneo. El sendero desemboca en la llamada Ermita de Jerusalén, a las afueras de Inogés.

Entramos de nuevo al pequeño pueblo de Inogés, tras poco más de 3 horas de ruta muy bien aprovechadas, redescubriendo los encantos de esta humilde sierra.
DATOS TÉCNICOS
Distancia: 9,7 km
Desnivel positivo acumulado: 680 m+
Tiempo neto: 3 horas y 15 minutos
Fecha de realización: 24/11/2018
Cartografía: Visor IGN
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