18/11/2017 – MARATÓN BLANCO JACETANIA (40 KM, 1250 M+)
Este año he vuelto a esta bonita carrera de montaña que remonta el Valle del Aragón en su integridad, desde Jaca hasta la estación de Candanchú, cercana al mítico Puerto del Somport, pasando por todos los pueblos del valle.

Es una carrera bastante familiar, apenas corrimos unos 65 corredores, organizada por el club Mayencos. Buen marcaje, buena organización, buen trato al corredor y solamente 20 euritos de inscripción, no se puede pedir más.
CRÓNICA Y ANÁLISIS DEL RECORRIDO
El recorrido original de la maratón sube por el Camino de Santiago (GR-65) desde Jaca hasta Canfranc-Estación y de allí a Astún, para bajar después a Candanchú. Este año, las nevadas y el posterior temporal de viento habían provocado grandes acumulaciones de nieve en el sendero que sube a Astún, por ello, la organización decidió suprimir este tramo y añadir la subida a la Fuente del Paco en Villanúa. Apenas se pierde un kilómetro y a cambio se gana una subida con algo más de desnivel.

A las 9 de la mañana unos 65 corredores tomamos la salida en la bonita Ciudadela de Jaca. Dos horas antes habían salido los participantes de la andada popular que sigue el mismo recorrido con los que nos iremos encontrando a lo largo del recorrido.
Los primeros kilómetros discurren por terreno favorable. Primero se desciende al cauce del río Aragón y después se avanza valle arriba, pegados a la carretera, ganando desnivel muy poco a poco. Son kilómetros de guardar fuerzas pues es muy fácil venirse arriba. El ritmo de los primeros es siempre muy alto.
Casi sin darnos cuenta, llegamos al primer pueblo del recorrido: Castiello de Jaca. Estamos en el km 8 de carrera y llega el primer repecho importante por las calles del pueblo, también el primer avituallamiento en el que no llego a parar. Hace frío y no ha dado tiempo a «hacer sed». Aún con todo, el Sol ilumina esta margen del valle y apenas con una camiseta térmica se va bastante bien. Nada que ver con el tiempo que hizo en la edición del 2015, en la que también participé. Dicha edición tuvo que ser neutralizada en Candanchú con apenas 33 km debido a un temporal de nieve y viento que fue épico.

Los kilómetros pasan rápido de Castiello a Villanúa. Apenas 6 kilómetros muy cómodos y rápidos, por pista, que permiten ir a buen ritmo. Poco antes de llegar a Villanúa, cruzamos la carretera y nos internamos en un bonito bosque cercano al pueblo conocido como el Juncaral.

En Villanúa, tras cruzar todo el pueblo, encontramos el segundo avituallamiento. Tras pasar por él comienza la subida más dura del día, a la Fuente del Paco. Tras un breve tramo de asfalto, tomamos una bonita senda que sube decidida a lo largo de unos 3 kilómetros.
Pronto conectamos con una amplia pista y comenzamos a descender de nuevo a Villanúa. Es una bajada suave donde se puede apretar de verdad. La subida acaba de nuevo en el segundo avituallamiento, que ahora es el tercero. Llevamos unos 22 kms de carrera.
A partir de este punto la carrera crece en belleza pues las sendas ganan terreno a las pistas forestales. Apenas 5 kms separan Villanúa de Canfranc pueblo. La senda, algo rocosa, no es mala del todo. Es un poco rompe-piernas pero permite correr la mayor parte del tiempo.
Casi sin darnos cuenta, cruzamos el puente viejo que da acceso a las calles de Canfranc y recuperamos fuerzas en el cuarto avituallamiento, situado en la calle principal.
Las sensaciones hasta aquí no han sido malas del todo aunque tampoco para tirar cohetes. Me mantengo más o menos en el puesto 20, compartiendo ruta con los mismos corredores casi todo el rato. A pesar de que somos poquitos, vamos muchos participantes bastante juntos toda la carrera y siempre tienes alguna referencia.
De Canfranc pueblo a Canfranc-Estación tenemos de nuevo unos 5 kilómetros algo más duros que los anteriores. Mucha senda y bastante sube y baja. Pocos tramos llanos y el cansancio que comienza a notarse en las piernas, no obstante llevamos ya 30 kilómetros a un ritmo elevado. Llegamos a Canfranc-Estación entrando por el Sur, por el pequeño pantano situado junto al túnel internacional que da paso a Francia.
El avituallamiento está situado junto a la mítica estación de tren donde hoy, casualmente, se celebra un evento rememorando tiempos pasados y más célebres de la estación.

Un trago rápido y unos frutos secos y seguimos por la avenida principal del pueblo, calle arriba buscando el último tramo de la carrera, 8 kilómetros que unen Canfranc-Estación con las pistas de ski de Candanchú.
El camino es una senda muy bonita que rodea el Col de Ladrones y va subiendo de forma suave. Pronto alcanzamos el valle de la Canal Roya y el camino comienza a girar a la izquierda, pasando por la parte baja de la Raca, pico que corona la estación de Astún.

A cuatro kilómetros de meta y antes de una dura subida, encontraremos el último avituallamiento. A partir de aquí, tocará subir de forma mantenida hasta alcanzar un collado desde donde ya se ve Candanchú.
Una breve bajada nos dejará en la calle principal de la zona residencial de Candanchú. Un último kilómetro por asfalto que pica para arriba de lo lindo y llegaremos al arco de meta, situado junto a los remontes de la estación en un entorno muy bonito de alta montaña… Conseguido!!! 4 horas y 21 minutos, puesto 18. No ha estado mal del todo, la media me ha salido a algo más de 9 km/h, por lo que acabo contento aunque las sensaciones han sido mejorables en algunos momentos de la carrera.

DATOS TÉCNICOS
Distancia: 40,5 km
Desnivel: 1.250 m+
OPINIÓN
Carrera muy rápida, sin grandes desniveles, que permite mantener unos ritmos muy elevados, casi de asfalto, especialmente los primeros kilómetros. Las subidas son bastante llevaderas y mantenidas por lo que no es una carrera dura si no se quiere, todo dependerá del ritmo que se lleve.
La organización está bastante bien. Gente amable y preocupada por el corredor, avituallamientos más que suficientes y bastantes voluntarios. Se nota que está hecha con bastante ilusión.
Personalmente, me parece una buena carrera para finalizar la temporada de trail. Una carrera diferente donde toca sufrir algo menos de lo habitual, lo que también es de agradecer de vez en cuando 🙂

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