De Aluenda a Viver de Vicort por el pico del Rayo
La sierra de Vicor (también conocida como sierra de Vicort o sierra Vicora), en el Sistema Ibérico de Zaragoza, alberga en su cara Norte algunos rincones espectaculares. Apenas a 50 kilómetros en línea recta de la capital maña, tenemos un pequeño oasis para huir de la estepa, con bosques mediterráneos, sendas sinuosas e incluso con un acebal más propio de otras latitudes.

En esta ruta, cruzaremos la sierra de extremo a extremo huyendo de las pistas forestales que recorren toda la cara Norte de la montaña. Uniendo sendas, conseguiremos ir de Aluenda a Viver de Vicort, dos aldeas que sobreviven al paso de los años y que sorprenden por su pequeño tamaño.

Detalles del recorrido
Sobre las 10:30 de la mañana llego al pueblo de Aluenda. Una pequeña explanada en la entrada del pueblo permite dejar el coche sin problemas. Sorprende el pequeño tamaño del pueblo, siendo que está ubicado junto a la antigua carretera N-II (Madrid – Barcelona) y muy cerca de la moderna autovía A-2. A un paso del pueblo, una vieja gasolinera abandonada recuerda que por este lugar pasaron miles de coches cada día hace no muchas décadas.
El pueblo tiene mucho encanto. Está enclavado en el barranco de Aluenda, entre campos de frutales y bosques. Según las estadísticas, aquí viven 10 habitantes aunque la realidad es que el pueblo parece desierto ahora en invierno.

Las marcas y carteles del GR 90.2 nos ayudan a orientarnos en estos primeros pasos de la ruta. Este GR une Aluenda con Viver de Vicort pero lo hace a través de una aburrida pista que cruza toda la cara Norte de la sierra, por ello no parece la opción más atractiva.

Abandonamos el pueblo por una pista que pronto se torna en senda. Iremos remontando el barranco de Aluenda por este precioso camino, siempre a través de un tupido bosque de encinas. Este sendero es una de las pequeñas joyas que alberga esta sierra, merece la pena degustarlo con calma.

El camino remonta algo más de 300 metros de desnivel hasta alcanzar el collado de Aluenda (1.111 m). Estamos en un cruce de caminos. El sendero GR sigue a mano derecha y a mano izquierda sale una pista con dirección a El Frasno. Nosotros seguiremos recto por una débil senda apenas marcada y sin balizar que atraviesa un pinar.
La senda desemboca en la carretera militar que sube a la base militar EVA1, situada en el pico de la Nevera a 1.411 metros de altitud. Cruzaremos la carretera y el quitamiedos para seguir por el lado contrario. La débil senda nos deja en un campo de frutales. Precaución, esta zona es una propiedad privada y tendremos que ser respetuosos con el entorno.
Saldremos a una pista que va recorriendo esta zona de campos. Enfrente, el pico Marigil (1.213 m) y el collado del mismo nombre aparecen bien definidos en el horizonte. Debemos dirigir nuestros pasos a dicho collado.

Abandonaremos la pista para salir a otro campo de frutales. Cuando este acaba, la senda sigue bien definida entre pinos y corona el collado de Marigil (1.157 m) tras una fuerte pendiente. Este camino está balizado con marcas de pintura blancas y verdes de sendero local.
Coronado el collado, bajaremos unos metros por pista hasta conectar con una nueva senda que nace a mano derecha y se interna en el pinar. Es la senda que nos conducirá al refugio del Acebal y, posteriormente, a la cima del pico del Rayo.

La senda atraviesa un bosque de pinos muy bonito. Toda esta zona de la sierra fue reforestada con pino entre 1910 y 1930, como tantas otras zonas de la «España seca». Antes de salir al refugio, pasaremos por una zona con bastante acebo que es la que da nombre al lugar. Superada la suave pendiente, saldremos a una pista forestal por donde discurre el GR 90.2, a la altura del refugio del Acebal (1.250 m).
Sin llegar a parar, continuaremos caminando por una senda que comienza en la parte trasera del refugio y que está bien definida. La senda traza una diagonal en la cara Norte de la sierra para ir ganando metros poco a poco de forma cómoda.

El entorno es muy bonito y húmedo, hay musgo de un verde intenso por todas partes. Las precipitaciones en esta sierra no superan los 600 mm al año, una cifra muy humilde si la comparamos con otras zonas de Aragón, pero en esta cara Norte, a 1.300 metros de altura, el clima es bastante fresco y eso se nota en la vegetación que nos rodea.

Saldremos al cordal. El viento y el frío hacen acto de presencia, el día es muy desapacible. Caminaremos por la pista forestal que conduce a la caseta que hay en la cima del pico del Rayo, a 1.427 metros de altura.
Hacemos cima, pero apenas nos detenemos. Bajaremos ahora por una senda balizada con marcas azules y amarillas que sale de la misma cima con dirección Sur. La senda desciende la pronunciada ladera de forma bastante directa hasta alcanzar una especie de collado entre dos cotas. Esta senda balizada de azul y amarillo forma parte del recorrido de la Vicorada, marcha senderista que parte de Sediles, pueblo situado en la cara Sur de la sierra y que cuenta con un balizaje permanente.

La senda de la Vicorada pronto gira a mano derecha. No tomaremos este desvío y seguiremos rectos por el cordal. La senda se difumina pero pronto vuelve a aparecer. Este camino está muy poco marcado, especialmente al principio, lo que obligará a estar muy atentos para no perderlo.

Ya por el cordal, caminaremos por terreno poco favorable. La senda es incómoda, con mucha piedra suelta y bastante inclinada en algunos tramos. El entorno también ha cambiado mucho, apenas hay árboles y avanzamos por terreno desprotegido ante las inclemencias del tiempo, nada que ver con el sendero de subida, muy protegido del viento.

Iremos perdiendo metros de forma progresiva y constante. La senda se va hacia el lado Norte del cordal y, una vez la hemos encontrado, es bastante fácil de seguir por la gran cantidad de hitos que vamos encontrando.

En la parte final, la senda se introduce en un pinar. de repoblación La senda se difumina por momentos pero su trayectoria es bastante lógica y esto ayuda a seguirla sin muchos problemas.

La senda sale del pinar y, ya llegando a Viver de Vicort, se acaba difuminando en las eras del pueblo, cubiertas de hierbas altas. No importa, tenemos el pueblo muy cerca, a apenas 100 metros.

Entramos en esta pequeña aldea, situada en un altiplano de la sierra a más de 1.000 metros de altitud y habitada por apenas 3 personas en invierno. También parece desierta… nos damos un paseo por sus calles y por la plaza de la iglesia, aprovechando para beber algo de agua en la fuente.

Tras la breve visita, acudo a la entrada del pueblo donde hay varios carteles con información del GR 90.2 (que prosigue hacia Codos) y un gran peirón de ladrillo con el nombre del pueblo y varios santos en su interior.

Esta aldea, muy aislada, pertenece al municipio de Belmonte de Gracián, población situada al Sur de la sierra de Vicor, en el valle del río Perejiles. Una pista sube desde esta población y otra desde Santa Cruz de Grío, al Norte de la sierra. Esta última pista también pasa por la aldea deshabitada de Aldehuela de Santa Cruz.
Todavía queda volver a Aluenda… si tenemos dos coches no hay problema, pero no es mi caso. Para volver, opto por tomar el GR 90.2 que va por pista, no hay pérdida. Son 12 kilómetros y unos 350 metros de desnivel positivo, un poco aburridos, pero pasan rápido si se hacen corriendo. Descarté volver por el mismo camino pues el día estaba bastante frío y feo por el cordal.

Bonita travesía, con paisajes variados y muchos tramos de senda muy bonitos. Imprescindible para conocer a fondo esta Sierra de Vicor y sus pueblos.
Datos técnicos
Distancia: 10,5 km
Desnivel positivo superado: 730 m+
Tiempo neto: 1 hora y 50 minutos (entrenamiento de carrera de montaña)
Fecha de realización: 30/11/2019
Cartografía: Visor IGN
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