Cirque de Garbettou, Étang du Garbet y Étang Bleu.
Muy cerca del macizo de la Pica d’ Estats, pero al otro lado de la frontera, en la población francesa de Aulus-les-Bains, encontramos dos de los lagos más bonitos del Ariège: el Étang du Garbet y el Étang Bleu.

La ruta a estos lagos es, junto con la excursión a la Cascada d’Ars, una de las más populares de la zona. Está balizada por marcas amarillas y cartelería del Parque Natural del Ariège y, hasta el Étang du Garbet, es bastante accesible. A partir de ahí, el camino al Étang Bleu se complica un poco, debido a la inclinación de la ladera por donde discurre el sendero… Pero la belleza de este pequeño lago bien merece el esfuerzo invertido.
DETALLES DEL RECORRIDO
Dejamos el coche en la última curva de herradura, bajando del Col d’Agnes. Estamos a 1.100 metros de altura, rodeados de bosques, el paisaje no puede ser más verde… Comenzamos a caminar por el sendero que va a estos dos lagos, bien señalizado. Vamos atravesando un magnífico hayedo, ascendiendo de forma suave.

Este bosque es conocido como Bois des Coumes. Hay varios arroyos que cruzan el camino, el musgo cubre las rocas y las babosas están por todas partes… se nota que por aquí están bien fresquitas.

Al llegar a la cota 1300, comenzamos un zig-zag bien definido y la pendiente aumenta. El camino no dará tregua hasta llegar a un colladito donde las vistas se abren. Hemos alcanzado el Cirque de Garbettou.

Este circo se encuentra a 1.480 metros de altura. Es una amplia llanura por donde serpentea el arroyo que baja de los lagos, conocido como Le Garbet. Las paredes del circo están tapizadas de verde, con bosques y una frondosa vegetación. Una cascada ocupa la parte central del mismo.
No es un circo muy grande, pero sí es un lugar muy interesante a nivel paisajístico.
Hacemos una parada técnica para echarnos crema solar y beber algo y pronto retomamos la marcha. El camino va girando 90 grados hasta arrimarse a la derecha del circo. Allí, una buena senda comienza a zigzaguear por las empinadas paredes del circo.

En la primera parte, atravesaremos un hayedo. Poco a poco, la vegetación va a menos y ya en la cota 1600 el bosque da paso a las praderas y los pastos de altura.
La senda seguirá subiendo decidida. Poco antes de alcanzar el Étang du Garbet, vemos una cascada muy bonita.

Dejamos la cascada atrás, un último empujón nos dejará en el Étang du Garbet. La primera imagen del lago encajado en el circo glaciar impresiona. Estamos rodeados de montañas de más de 2.100 metros de altura. Una gran cascada cuyas aguas bajan del Étang Bleu cierra el lago por el Norte.

Caminaremos por un senderillo, dejando el gran lago a mano izquierda. En la orilla del mismo aprovecharemos para parar a comer algo y así coger fuerzas de cara a la ascensión final al Étang Bleu.

Tras la parada, retomamos la marcha por dicho senderillo. Las marcas amarillas que veníamos siguiendo se convierten en marcas rojas (entiendo que aludiendo al nivel de dificultad de este nuevo tramo). Estas nuevas marcas nos ayudarán bastante en los kilómetros venideros pues el camino está menos marcado que la subida al Étang du Garbet.
Vamos rodeando el lago. Tras algún subibaja alcanzamos un par de pasos un pelín expuestos, donde atravesaremos varias planchas de granito que van a dar al lago. Con la roca seca no habrá problema.
Alcanzamos, no sin esfuerzo, el extremo contrario del lago. Dejaremos la cascada a la izquierda para comenzar una subida de más de 300 metros de desnivel sin tregua.
La senda está bastante marcada y las balizas rojas nos ayudan a no dudar en ningún momento. Subiremos, en parte, por una barranquera, para más tarde trazar un amplio zig-zag.

Vamos dejando abajo, de forma progresiva, el inmenso Étang du Garbet. Merece la pena echar un vistazo atrás mientras aprovechamos para tomar aire.
Tras un gran esfuerzo, alcanzamos un balcón de hierba en la cota 2000. Todavía no vemos el Étang Bleu pero estaremos muy cerca.

Para llegar a la orilla del mismo, debemos descender por una empinada chimenea. No es un tramo complicado, el destrepe apenas será de grado I o I+, pero debemos andar con precaución si hay hielo o la roca está mojada porque una caída nos haría bastante pupa.
Tras este destrepe alcanzamos el lago con comodidad.

Si el Étang du Garbet impresionaba, este lago es todavía más bonito. Sí que es cierto que es bastante más pequeño, pero el entorno que lo rodea es mucho más agreste y espectacular.

Estamos debajo de picos que superan los 2.600 metros como el Pique Rouge de Bassiès (2.677 m) o el Pic des Trois Comtes (2.626 m). La nieve permanece en las laderas que rodean al lago a pesar de estar a mediados de julio y solamente a 2.000 metros de altura.
Echamos fotos y disfrutamos del entorno antes de comenzar el fatigoso descenso al Étang du Garbet.

Durante la bajada, las nubes comienzan a hacer acto de presencia. Poco a poco, se va cubriendo todo el cielo a gran velocidad.
Cuando alcanzamos el Cirque de Garbettou, el cielo está completamente encapotado y la temperatura ha descendido de forma brusca.

Con fresquito y a la sombra, deshacemos los últimos kilómetros hasta alcanzar de nuevo la curva de herradura del Col d’Agnes.

Ruta corta pero bastante intensa. Los paisajes son espectaculares y bastante diferentes al Pirineo aragonés que tanto solemos visitar. Acabamos muy contentos y con ganas de más… habrá que volver a conocer más rincones del Ariège.
DATOS TÉCNICOS
Distancia: 11,4 km
Desnivel positivo acumulado: 960 m+
Tiempo neto: 5 horas y 30 minutos
Fecha de realización: 13/07/2019
Cartografía: Géoportail IGN
ALGUNOS LINKS INTERESANTES
Por otro lado, en 2020, la población de Aulus-les-Bains acogerá una nueva prueba de ultradistancia: UltrAriège. Una carrera de 100 millas que atraviesa el Ariège de Oeste a Este, de Aulus-les-Bains hasta Ax-les-Thermes.
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