Parque Natural del Monte Aloia (633 m). Tui.

Ascensión al Monte Aloia desde Circos.

El Monte Aloia (Aloya en castellano) se encuentra en la provincia de Pontevedra, junto a la localidad de Tui, muy cerca de la frontera con Portugal y de la desembocadura del río Miño en el Atlántico. Este pico conforma el extremo sur de la Sierra de Galiñeiro, una alineación montañosa muy cercana a la costa donde los bosques y el granito son los grandes protagonistas.

Muiños do Tripes.

El Monte Aloia cuenta con el privilegio de ser el primer parque natural declarado en Galicia. Y es que el lugar tiene muchos atractivos: los bosques, los viejos molinos (muchos de ellos ya en ruinas), las vistas desde su cima al estuario del Miño… Un sitio privilegiado muy popular en la zona aunque no demasiado conocido a nivel nacional.

Croquis detallado. Fuente: Wikiloc/IGN.

La ruta parte de Circos, una pequeña pedanía de Tui al pie de la montaña. Asciende hasta el pueblo de Frinxo por los Muiños (molinos) do Tripes. Después, seguiremos subiendo por la cara sur de la montaña pasando por la casa forestal para alcanzar el Santuario de San Xiao y la Gran Cruz ubicada en la cima.

Detalles del itinerario

Dejamos el coche en la parte alta de Circos, una pequeña aldea muy cercana a Tui, concretamente en un área recreativa que hay junto al bosque. Hay espacio para aparcar.

Para tomar la senda de los Muiños do Tripes, tenemos que tomar una pista asfaltada en sentido descendente hasta toparnos con un arroyo. Es el río Tripes (en los mapas aparece como Rego Cotarel), el riachuelo que alimenta al conjunto de molinos que ahora vamos a visitar.

Inicio de la senda de los Muiños do Tripes. Foto hecha en el descenso.

La senda tiene un comienzo espectacular. Se interna en un frondoso bosque donde el verde lo inunda todo. Es una pena que el día no acompañe y la lluvia no dé tregua… pero así es el tiempo en Galicia aunque estemos en agosto.

Muiños do Tripes.

A los pocos minutos de caminar, aparecen los primeros molinos. Son construcciones sencillas. Algunas están bien, pero la mayoría están en estado de ruina. El musgo cubre sus muros y la vegetación invade el interior de algunos de ellos.

Viñedos junto al río Tripes.

El camino pasa junto a unas fincas con viñedos, un cultivo muy típico de esta zona de las Rías Baixas, pero pronto vuelve a internarse en el bosque para seguir remontando el río Tripes y visitando viejos molinos.

Sendero de los Muiños do Tripes.

En esta segunda parte de la senda, el paisaje se vuelve más abrupto y salvaje. Hay algunos saltos de agua y, junto al arroyo, los molinos se van situando colgados en las laderas. Sorprende la cantidad de molinos que hay… pronto perderemos la cuenta.

Molinos en la orilla del río Tripes.

Iremos dejando atrás los últimos molinos y seguiremos remontando este pequeño valle hasta conectar con una vieja pista. La primera parte de la ruta ha terminado y ahora comienza la subida al pueblo de Frinxo.

Uno de los últimos molinos.

Tras un fuerte giro a la derecha, abandonaremos la pista para tomar una débil senda que nace a mano izquierda. El camino, algo vestido, va remontando poco a poco hasta alcanzar las primeras casas de Frinxo, una bonita aldea colgada en la ladera del Monte Aloia, entre viñedos y arroyos.

Frinxo.

Cruzaremos el pueblo, remontando su calle principal. Debemos estar atentos para tomar un desvío a mano derecha. Subiremos por una escaleras de hormigón para volver de nuevo al monte. La senda, clara y muy bonita, va ganando metros a la montaña poco a poco, paralela a un arroyo.

Subiendo a la casa forestal.

Durante un corto tramo, caminaremos junto a una diminuta canalización de agua muy curiosa. La verdad es que esta montaña está muy humanizada, en cada rincón encuentras la huella del hombre. No obstante, también debo decir que, en la mayor parte de los casos, los elementos que vamos encontrando conviven bastante bien con el entorno natural.

Tomaremos ahora un desvío a mano izquierda, por senda. El bonito sendero pronto se convertirá en pista y ganaremos metros rápidamente y de manera muy cómoda.

En el sendero botánico.

Pasaremos junto a un viejo refugio en mal estado y llegaremos a un rincón muy bonito, casi mágico. Un arroyo surca un tupido bosque, el musgo cubre cada roca… Es el inicio de un sendero botánico que hay junto a la casa forestal del Monte Aloia. El lugar es espectacular y, aunque nosotros vamos de paso, es una buen idea detenerse unos minutos para echar unas fotos.

Casa forestal.

El sendero botánico nos deja en la casa forestal del Monte Aloia, utilizada como Centro de Interpretación del Parque Natural. Pasaremos junto a ella y tomaremos la pista asfaltada que se dirige a la cima del monte. Caminaremos por ella unos cientos de metros hasta coger un camino que parte a mano derecha.

Último tramo a la cima del Monte Aloia.

Este camino es el último tramo antes de alcanzar la zona más alta de la montaña. Discurre entre bosques y helechos y no tiene pérdida. En algunos puntos es muy ancho, casi una pista, y en su parte final se convierte en una empinada senda que nos dejará junto a las antenas ubicadas en la cumbre.

Santuario de San Xiao.

La mencionada cumbre es casi una meseta donde, además de las antenas, encontraremos un santuario, un restaurante y una zona de recreo. El punto más alto y considerado la auténtica cima del Monte Aloia es un pequeño promontorio de roca donde se ubica una gran cruz de granito.

Camino a la Gran Cruz.

El tramo que nos conduce a la Gran Cruz es un ancho camino muy cómodo que transita entre grandes pinos. A los lados del camino veremos varios cruceros a modo de vía crucis.

Gran Cruz. Cima del Monte Aloia a 633 metros de altura.

Enseguida alcanzamos la Gran Cruz o Cruz de San Xiao. Una enorme estructura de roca construida en 1910. Junta a ella, un mirador con varios paneles interpretativos. Por desgracia, la niebla lo cubre todo y no podemos ver ni la ciudad de Tui, situada a unos pocos kilómetros.

Vistas desde la cima.

Aprovechamos para comer algo y, afortunadamente, la niebla da un poco de tregua y nos deja ver por unos minutos el paisaje que tenemos bajo nuestros pies. Alcanzamos a ver Tui y el último tramo del río Miño por unos segundos para volver a quedar pronto metidos en la niebla… una pena.

El descenso lo haremos por el mismo sitio sin ningún sobresalto, disfrutando del día que mejoraría por momentos… De hecho, alguna de las fotos de la ruta que hay en esta reseña están hechas en el descenso debido a que en la subida fue imposible fotografiar algunos tramos debido a la lluvia.

Datos técnicos

Distancia: 12 km

Desnivel positivo: 550 m+

Tiempo neto: 3 horas y 30 minutos

Fecha de realización: 21/08/2020

Cartografía: Visor IGN

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Si pasamos unos días por el sur de Galicia, no debemos dejar de visitar la ciudad de Tui y su hermana portuguesa, Valença do Minho, situada en la otra orilla del río. Dos localidades con mucha historia y que merece la pena ver.

Si dispones de más tiempo, puedes acercarte a la costa para visitar A Guarda y subir al Monte de Santa Tecla, el mejor mirador de la desembocadura del río Miño.

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3 comentarios sobre “Parque Natural del Monte Aloia (633 m). Tui.

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  1. Hola.

    Bueno, para que los bosques tengan ese verdor, tiene que llover y mucho!, así que hacer una ruta bajo la lluvia, es algo habitual por esas tierras.

    Un recorrido precioso, un bosque espectacular, salpicado por viejos molinos (estaría bien que reconstruyeran alguno), donde antiguamente se aprovechaban los recursos que daba la naturaleza, de forma más sostenible que ahora.

    Esos árboles, que son, ¿Eucaliptos?.

    Un saludo

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    1. Hola Eduardo,

      Sí, está claro que allí no existe el verano, al menos el verano tal y como lo conocemos en Aragón…

      A nivel de árboles había una mezcla un poco rara en este monte. Por un lado quedaban zonas de bosque autóctono, lo que en Galicia llaman fragas (robles, castaños…), por otro lado también había alguna zona de eucalipto, sobre todo cerca de Frinxo. Y por último, hay algunas especies que plantaron hace cien años: pinos, abetos y cedros.

      La zona de los molinos es la más interesante, sin duda.

      Venga, un saludo!

      Me gusta

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