Ascensión al pico Yordas desde Liegos (León)
El pico Yordas (también conocido como pico Burín o Borín) es una de las montañas más representativas del entorno de Riaño. Su forma piramidal la hace inconfundible y desde su cumbre se obtienen unas vistas magníficas del embalse de Riaño, de la Montaña Palentina y también de los Picos de Europa.

La ascensión se realiza desde el pueblo leonés de Liegos, situado en la cola del embalse, al norte, camino de Maraña y del puerto de Tarna. Tras una larga aproximación por el valle de San Pedro, se traza una bonita circular que rodea la montaña pasando por el hayedo de Tendeña y el collado Burín.

Detalles del itinerario
Aparcamos en el pueblo de Liegos. Comenzamos a caminar por una pista que sale hacia el sur atravesando campos de cultivo. Remontaremos un pequeño repecho y descenderemos hacia el valle de San Pedro.

Las vistas a la cara norte del Yordas son muy buenas en todo momento. La pista gira al oeste y comienza a remontar el largo valle de San Pedro. En la zona hay multitud de vacas pastando y algún mastín curioso que se acerca a nosotros para recordarnos quién manda aquí.

Cerca de la cota 1250, abandonaremos la pista principal para cruzar el arroyo y seguir por una pista secundaria que se introduce en el bosque de Tendeña, un bonito hayedo por donde continuaremos subiendo.

La pista va trazando una serie de lazadas con una inclinación bastante potente. Ganaremos metros de manera cómoda. Pasada la cota 1450, encontraremos una generosa fuente, un lugar fantástico en el que hacer una parada técnica para descansar y comer algo.

Tras la pausa, seguiremos subiendo y muy pronto encontraremos un desvío a mano izquierda bien señalizado que indica la subida al pico Yordas. Lo tomaremos. Entraremos así en una bonita y estrecha senda que gana metros de manera suave a través del hayedo.

El hayedo termina y el paisaje se abre ante nosotros. Estamos al oeste del pico Yordas, en la ladera norte de una cota secundaria. Muy cerca tenemos el collado de Baguyoso (1.699 m) al que pronto llegaremos. A nuestras espaldas, las vistas se abren hacia las montañas leones del macizo de Mampodre (2.192 m) y la Peña Ten (2.142 m).

Ganaremos metros por una senda bien marcada y alcanzaremos el mencionado collado. Las vistas al sur impresionan con un buen puñado de picos escarpados muy cercanos a nosotros: Gilbo (1.679 m), Peñas Pintas (1.985 m)…
El tramo final de subida, en cambio, es algo monótono por una amplia ladera de roca caliza y matorral. Por fortuna, la senda está perfectamente marcada y ascendemos sin pérdida.

En los metros finales encontramos un paisaje kárstico que imprime algo más de carácter a la ascensión. Es una montaña con formas alpinas pero la subida por su ruta habitual es realmente sencilla.

Alcanzamos el punto más alto. Aquí, además de una impresionante cantidad de bichos voladores, encontramos un vértice geodésico, un buzón en forma de cruz y una placa.

Aprovechamos para comer en la cumbre y deleitarnos con las vistas. Las mejores hacia el embalse de Riaño con el famoso pico Espigüete (2.450 m) al fondo.

También son buenas las vistas a los macizos occidental y central de los Picos de Europa, aunque es frecuente encontrar bastante nubosidad en esta zona.

Tras un buen rato en la cima, comenzamos a descender. Vamos a evitar bajar por la áspera cara sur, una bajada directa e incómoda. En su lugar, retrocederemos hasta las inmediaciones del collado Baguyoso y allí tomaremos una débil senda que comunica con el collado Burín (1.689 m).

En el tránsito entre ambos collados debemos estar muy atentos pues la senda se pierde en algunos puntos y avanzar campo a través es muy incómodo por la vegetación. Hay un punto clave que es el paso que permite salvar la muralla rocosa de la cara sur del Yordas. Precaución en días de niebla ya que si no lo encontramos podemos tener problemas para continuar hacia el collado Burín.

El paso rocoso se pasa caminando sin problemas. Hay hitos que indican este punto clave. Una vez al otro lado, tendremos por delante una subidita hasta el collado Burín que puede hacerse dura si hace calor.

Tras coronar el collado, comenzaremos a bajar por una pradera y después por una larga pedrera. Al principio no hay senda pero pronto comienza a definirse más y más. Los hitos son fundamentales para orientarse. También nos fijaremos en la caseta de la majada Burín, todavía muy abajo, pues es el punto al que nos dirigimos.

Perdemos desnivel de manera rápida y pronto conectamos con una vieja pista forestal que conduce a la majada Burín desde el valle de San Pedro. Es la pista que usaremos para bajar.

Ya por la pista, descenderemos de nuevo al valle de San Pedro sin complicaciones y a buen ritmo. Atravesaremos el bosque de Tendeña usando las amplias lazadas que traza la pista.

Conectaremos con la pista principal del valle de San Pedro y caminaremos los últimos kilómetros hasta Liegos bajo las luces del atardecer con una temperatura envidiable de apenas 18 grados.

Llegamos al pueblo sin sobresaltos tras haber disfrutado de un espectacular día de montaña.
Datos técnicos
Distancia: 20 km
Desnivel positivo: 1.000 m+
Tiempo neto: 6 horas
Fecha de realización: 24/07/2020
Cartografía: Visor IGN
Algunos links interesantes
El fantástico entorno de Riaño esconde detrás una terrible historia. El pueblo original, junto con seis pueblos más, fue anegado totalmente por las aguas del río Esla en el año 1987. Hubo muchas protestas y el proyecto estuvo siempre envuelto en una gran polémica. Incluso un vecino del pueblo de Riaño se suicidó cuando iba a ser desalojado.

Existen imágenes muy tristes, como la demolición de la torre de la iglesia de Riaño. Algunas de ellas y otros testimonios se recogen en el documental «Mi Valle», disponible en la plataforma Vimeo.
También recomendable es darse un paseo en barco por las aguas del embalse, por los famosos «fiordos leoneses». Durante el trayecto, nos explicarán la historia del embalse y visitaremos los rincones más bonitos del lugar.
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Hola.
No conozco la montaña Palentina, pero todo lo que visto me gusta.
Esta ascensión al pico Yordas, me ha gustado mucho, se ve una cima solitaria con unos paisajes fantásticos; un precioso hayedo a media ladera, que da paso a la roca en las zonas altas.
La cima sin duda es un gran mirador, además el día elegido fue un acierto, totalmente despejado y encima 18°, que envidia!.
Un saludo
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Hola Eduardo, la zona es muy bonita y da para mucho, además que es bastante fresca en verano y tienes los Picos de Europa a un paso…
Totalmente recomendable. Un saludo!
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