24, 25 y 26 de julio de 2016 – Travesía de 3 etapas por el sendero de Gran Recorrido de las Sierras de Peneda y Soajo, en el PN da Peneda-Gerês (Portugal)
Travesía de tres días por el corazón de estas sierras de Peneda y Soajo en el extremo Norte de Portugal, junto a la frontera con la provincia de Ourense y pertenecientes al único Parque Nacional portugués ubicado dentro del continente europeo. Es una travesía de media montaña (la cota máxima es de apenas 1200 metros), que combina senderos y pistas forestales de unos 77 kilómetros de longitud y unos 3200 metros de desnivel positivo.

Las etapas que nosotros hicimos son:
Etapa 1: Sistelo – Peneda
Etapa 2: Peneda – Soajo
Etapa 3: Soajo – Sistelo
Para realizar la travesía es fundamental llevar GPS con el track. La travesía está un poco abandonada, poca cartelería, pocas marcas y muchas ya medio borradas… No tiene nada que ver con una travesía española como puede ser el GR-11. En ese aspecto, y a nivel de infraestructura, nuestro vecino Portugal nos lleva muchos años de desventaja.
El otro aspecto a tener en cuenta es la época del año. Nosotros aprovechamos las vacaciones de verano en Portugal para acercarnos a esta travesía, confiando en que el clima atlántico de la zona haría que las temperaturas fueran contenidas, pero nada más lejos de la realidad. El clima, es más similar a zonas como el interior de Ourense o Zamora, mucho más continental de lo previsto y la temperatura se disparaba a los 35 grados con facilidad. Además, el aspecto del monte era agostado, seco… una pena, pues estas sierras en primavera u otoño se ponen preciosas.
A pesar de todo, especialmente del calor, pudimos disfrutar de tres días diferentes, de «aventura por Portugal».

LOGÍSTICA
Elegimos esta distribución de etapas obligados por los alojamientos o, más bien, por la escasez de los mismos. En Sistelo no encontramos nada, por lo que la noche previa la pasamos en Braga, a unos 70 kilómetros de Sistelo.
Dejamos el coche aparcado en Sistelo los tres días. La primera noche la pasamos en el Hotel Peneda, algo parecido a un parador integrado con el Santuario de Peneda. El lugar es magnífico aunque tenemos que tener en cuenta que el alojamiento tiene un coste alto (75 euros/noche).
La segunda noche la pasamos en Soajo, en las Casas do Cavaleiro Eira, una magnífica casa rural en el centro del pueblo con una relación calidad/precio muy buena (55 euros/noche).
El resto de poblaciones por las que pasamos creo que no tienen casas rurales o al menos no fuimos capaces de encontrarlas por Internet. Esto imposibilitó comenzar la ruta en la entrada del Parque Nacional, Porta Do Mezio, tal y como habíamos planeado en un principio.

LA RUTA: ETAPA A ETAPA
Lo primero de todo y antes de repasar las etapas con detalle, recalcar que es fundamental llevar GPS con track debido a la escasez de marcas y de cartelería. Nosotros utilizamos este track del magnífico blog Casiaventurilla:
24/07 – Etapa 1: Sistelo – Peneda – 26 km y 1500 m+
Llegamos a Sistelo a las 11 de la mañana. Estamos apenas a 300 msnm y hace un calor importante, 25 grados antes de comenzar a andar. El pueblo está rodeado de vistosos bancales que los lugareños siguen utilizando para el cultivo y que le dan al pueblo un toque singular.

La etapa comienza en la parte baja del pueblo, siguiendo las marcas blancas y rojas del GR. Pronto comenzaremos una ascensión que, casi sin tregua, nos elevará hasta los 1200 msnm donde se ubican los páramos de estas sierras.
El ascenso se realiza por un bonito sendero que va zigzaguenado. Atraviesa las pequeñas poblaciones de Padrao y Porta Cova, aldeas muy pequeñitas, colgadas en la ladera y atravesadas por riachuelos. Sus calles, adornadas con parras, son unas muestra del encanto rural de la zona, así como sus gentes, sencillas y campechanas que no dudarán en saludarnos.

Llegados a la cota 800, atravesamos un bosquecillo de pinar. Pronto, el sendero girará al Sur, dejando a mano izquierda la visible aldea de Aveleira. En la cota 1000, encontraremos una de las «brandas» o brañas para el ganado, con una fuente bien fresquita donde coger agua.

Todavía nos quedará un ascenso que ese hace largo por una zona despejada, sin bosque, hasta la parte alta de la sierra, donde los caballos pastando en libertad y el bosque bajo son los protagonistas.

El «suplicio» que supone atravesar este páramo de la parte alta de la Sierra termina con el descenso a las aldeas de Bosgalinhas, primero y Sao Bento do Cando después. Este segundo valle es algo más estrecho que el primero donde se encontraba Sistelo. Justo enfrente, se encuentra el barrerón rocoso que separa este segundo valle del de Peneda, tercer valle del día donde acabará la primera etapa.

En Sao Bento encontramos un bar abierto y aprovechamos para tomar la merienda: unas cervecitas y unas patatas y de postre un helado… ¡qué lujazo!
Tras el aperitivo, descenderemos un por un bonito sendero hasta el fondo del valle. La senda discurre por un frondoso bosque mixto, muy vistoso y fresco.

Tras cruzar el arroyo, comienza el segundo ascenso del día, por un sendero algo perdido. Tenemos que cruzar la barrera de granito que separa el valle donde se ubica Sao Bento del valle de Peneda. Son unos 200 metros de desnivel positivo, bastante llevaderos.
La parte alta de esta Sierra de Peneda presenta unos resaltes graníticos, muy similares a los que encontramos en algunas zonas del Sistema Central (Guadarrama, Gredos…).

Tras atravesar la parte alta, casi llana, llegaremos a un pequeño embalse (seco), que nos permitirá conectar con la senda de bajada a Peneda, que nos espera unos 400 metros más abajo.
La senda es espectacular, un zig-zag empedrado que atraviesa un bosque muy sombrío, con el santuario y el pueblo de Peneda a nuestros pies. Algunos escaladores apuran el día realizando las vías que existen en las paredes cercanas al pueblo.

Tras 9 horas de caminata, llegamos a Peneda. Unas fotos en el Santuario y rápido para el hotel. Ducha y cena de las buenas con chuletón incluido y unas buenas cervezas. El hotel está muy bien, el personal del mismo es muy amable y estamos como en casa… Primer día superado.
25/07 – Etapa 2: Peneda – Soajo – 25 km y 500 m+
Tras un buen desayuno, abandonamos con cierta añoranza la habitación del hotel para lanzarnos de nuevo al calor y a la aventura.
Descendemos las largas escaleras del santuario, donde existen diversas paradas del Vía Crucis (muy chulo) y comenzamos a andar por una senda paralela a la carretera que desciende valle abajo.

Esta etapa es mucho más suave, se mueve todo el rato por cotas entre los 200 y los 600 msnm, por buenos senderos y pistas, lo malo… es la etapa más calurosa al discurrir en todo momento por el fondo de los valles. Este día superaríamos los 35 grados.

Tras alternar tramos de senda, pista e incluso alguno de asfalto, alcanzamos el pequeño pueblo de Tibo, situado en el mismo valle de Peneda, pero 5 kilómetros más abajo. Aquí, el río tuerce hacia el Este y nosotros con él. Descendemos por un bonito sendero hasta la cola del embalse de Lindoso, frontera entre Portugal y la provincia española de Ourense.
Aquí, un sendero discurre por la margen derecha del pantano, sin ganar ni perder altura, entre helechos y fresca vegetación. Es un tramo muy chulo y muy vistoso, con las tranquilas aguas del pantano a nuestra izquierda.

Poco a poco nos acercaremos a Várzea. Pueblo donde no hay ningún bar, pero sí podremos parar a rellenar las cantimploras.
A partir de Várzea, tomaremos una pista asfaltada que nos llevará hasta la cabecera del embalse.

En la cabecera del embalse, tomaremos una pista que nos permitirá ascender hasta la aldea de Paradela. En una pequeña tasca del pueblo aprovechamos para tomar unos refrescos. Hace un calor insoportable.
Desde Paradela, descenderemos por senda hasta el pueblo de Cunhas. Es un tramo agradable, por bosque la mayor parte del tiempo, sin embargo, el sendero está muy sucio y cubierto de vegetación.
En Cunhas, tomaremos una senda que sigue descendiendo metros y metros hasta llegar a una especie de selva. Tenemos a nuestra izquierda el río Limia, que forma un espectacular meandro. No llegaremos a bajar hasta él, pero sí hasta un pequeño arroyo que tributa sus aguas al Limia. Este valle, ya por debajo de los 200 msnm es el punto más bajo de toda la travesía.

Desde el fondo del barranco tocará subir al pueblo de Soajo, situado unos 200 metros más arriba. Ascenderemos por una senda que atraviesa una espesa vegetación, pero cómoda en todo momento.

Tras 8 horas de marcha, estamos en el pueblo de Soajo. Una ducha en la casa rural y nos vamos a cenar a uno de los pocos restaurantes del pueblo que está abierto. Cenaremos un buen filete de vaca Cachena, la típica de esta zona. Delicioso. Buena comida a muy buenos precios.
26/07 – Etapa 3: Soajo – Sistelo – 26 km y 1200 m+
La última etapa es quizá la menos agraciada de las tres. Tiene más tramo de pista que las demás y transcurre por zonas menos interesantes a nivel paisajístico.
La primera parte, une Soajo con el pueblo de Vilar de Soente a través de pistas forestales en su mayoría. Desde este pueblo, comienza un ascenso hasta el centro de interpretación de Mezio, entrada del Parque Nacional.

Desde Mezio, tocará ascender un poco más por bosque hasta alcanzar un collado y descender a los pueblos de Bouças Donas y Bostelinhos, dos aldeas diminutas.
En Bostelinhos comienza un nuevo ascenso que nos llevará al punto más alto de la jornada. Atravesamos amplias zonas despejadas donde pastan los caballos y las vacas por todas partes.
Antes de comenzar el descenso al pueblo de Avelar y junto a un corral de piedra, encontraremos una curiosa lápida en medio del monte.

El descenso a Avelar es rápido, buen parte por pista. El último tramo es un sendero que se pierde en ocasiones entre la maleza. ¿Hubiera merecido la pena continuar por pista hasta Avelar? Quizá sí…

En Avelar comienza un pronunciado descenso hasta el río que separa este pueblo de Lordelo. Es un tramo bonito, pero también duro. Ambas aldeas no disponen de ningún tipo de servicio, tenemos la sensación de estar en una zona alejada de todo…
Ya en Lordelo, ascenderemos otros 100 metros de desnivel más hasta llegar a un collado donde hay un monumento homenaje a la vaca Cachena. Muy curioso.
Desde este collado, ya solamente tocará descender durante 5 kilómetros por un sendero pedregoso hasta el pueblo de Sistelo, cerrando así esta intensa ruta circular.

RECOMENDACIONES
- No hacer la ruta en verano. Es una zona muy calurosa y muchos arroyos se secan, además que el paisaje pierde bastante.
- En la zona hay muy pocos servicios. Esto no es Ordesa ni Picos de Europa, el turismo apenas ha llegado. Es una zona muy rural e incluso algo deprimida.
- En la página del Instituto Forestal portugués desaconsejan realizar la ruta debido al escaso mantenimiento de la misma. Como he dicho antes, el GPS es fundamental.
ALGUNOS LINKS INTERESANTES
En general, hay muy poca información de la ruta en Internet. En la página del Instituto Forestal portugués, he encontrado este croquis (link) y este folleto (link).
Cambiando de tercio… esta zona, en los últimos años, ha ganado en popularidad gracias a las carreras por montaña. El principal responsable ha sido el corredor portugués Carlos Sá, organizador de la PGTA, carrera por etapas que se celebra en primavera y que recorre el Parque Nacional.
En el año 2016, concretamente en otoño, la zona fue escenario de los mundiales de trail. Os dejo aquí un interesante vídeo promocional con imágenes espectaculares:
Y aquí un vídeo con los mejores momentos de la carrera:
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