Circular desde Canto Cochino por La Pedriza y el valle del Manzanares.
Esta ruta busca conectar varios de los lugares más interesantes de la vertiente Sur del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Podemos decir que tiene tres partes bien diferenciadas:
- El ascenso por La Pedriza: uno de los lugares más conocidos del parque nacional donde el granito y los pinares conforman paisajes únicos.
- Cuerda Larga: amplio cordal por encima de los 2.000 metros con unas grandes vistas panorámicas.
- El descenso por el valle del Manzanares: larguísimo valle de alta montaña que pierde más de 1.000 metros de desnivel hasta alcanzar el parking de Canto Cochino.
Una ruta muy variada e interesante que nos permite conocer esta parte del parque nacional en un solo día (siempre que tengamos «piernas» para ello). La mayor parte del recorrido discurre por sendas bien marcadas y balizadas aunque también existen algunos tramos más salvajes fuera de sendero.
Foto de portada: Peñalara (2.428 m) desde la Cuerda Larga.
Detalles del itinerario
La ruta parte del parking de Canto Cochino en La Pedriza, uno de los lugares más concurridos de toda la Sierra. Es necesario informarse previamente sobre las condiciones de acceso al parking en la web del parque nacional. Con los años, el acceso está cada vez más restringido… Una opción alternativa es aparcar a las afueras de Manzanares el Real y entrar por El Tranco. Esto añadirá un par de kilómetros (de ida y otros tantos de vuelta) por la Garganta Camorza para alcanzar Canto Cochino.
NOTA: Las fotos corresponden a varias excursiones hechas por la zona a lo largo de varios años.
Comenzamos a caminar temprano, a eso de las 8 de la mañana. Apenas está amaneciendo pues estamos a finales de diciembre y el día es realmente corto. Las primera luces del día iluminan el Circo Posterior de la Pedriza coronado por las famosas Torres de la Pedriza (2.031 m), máximas cotas de este laberinto de granito.
Desde el parking (1.030 m) , cruzaremos el joven río Manzanares por un puente y al otro lado tomaremos el sendero PR M-2 (balizado con marcas blancas y amarillas) que conduce al Collado del Miradero (1.882 m). Este sendero, amplio y muy concurrido, se conoce como «La Autopista» y conduce al refugio Giner de los Ríos, mítico refugio guardado de La Pedriza.
El sendero no tiene pérdida. Primero dejaremos a la izquierda el desvío al Cancho de los Muertos y seguiremos todo recto. Pronto veremos otro desvío, esta vez al refugio, y una pasarela de madera para cruzar el arroyo de la Ventana. No es necesario pasar por el refugio, nuestro sendero PR va dirección Norte dejándolo a mano derecha a unos 300 metros.
La senda está bien balizada y se sigue sin problemas, siempre con el arroyo a mano derecha. Pasaremos por zonas de pinares y helechos muy húmedas y por otras donde el granito predomina. En general, es un sendero muy cómodo, bastante más que el sendero PR M-1 por donde discurre la famosa Integral de la Pedriza.
Sobre la cota 1420 llegaremos a un cruce de caminos conocido como «Cuatro Caminos», bien señalizado con hitos. Nosotros seguiremos recto. Poco después, sobre la cota 1600, volvemos a atravesar otra zona de pinares con un arroyo idóneo para rellenar la cantimplora. Desde aquí al collado, iremos ganando metros de desnivel a través de un frondoso pinar.
Casi sin darnos cuenta (no porque no haya costado esfuerzo, sino por lo repentino), salimos al collado del Miradero (1.882 metros) y nos cruzamos con el el sendero PR M-1. Las vistas se abren hacia Cuerda Larga, hoy con nieblas que pronto despejarán, algo típico en estos días de invierno con viento de Norte.
Ahora la opción más aconsejable es seguir el sendero que discurre por la cara Norte de las Torres de la Pedriza hasta el Collado de Matasanos (1.964 m) y después tomar el cordal de Peña Lindera para conectar con Cuerda Larga. Es una zona no demasiado transitada y podemos tener problemas puntuales en algunas zonas con el abundante brezo.
Siempre por el cordal, sin muchas dificultades, alcanzamos por fin las inmediaciones de Asómate de Hoyos (2.242 metros), cumbre poco diferenciada del cordal de Cuerda Larga con un gran hito en su cima que nos servirá de referencia.
Ahora tocará caminar por el cordal, desprotegidos del viento y con bastante frío, unos 5 kilómetros hasta la cumbre de las Cabezas de Hierro, la segunda más alta de toda la Sierra de Guadarrama. Las vistas se abren 360 grados, destacando la panorámica sobre Peñalara (2.428 m) al otro lado del valle del Lozoya.
Apenas queda nieve. La poca que queda se ha convertido en hielo durísimo que dificulta el avance y obliga a caminar con cuidado en algunas zonas…
Tras un breve cresterío sin dificultades alcanzamos la Loma de Pandasco (2.244 m), otra cota secundaria casi llana y muy ancha. La loma desciende unos metros y pasaremos por el collado de Peña Vaqueros que nos dejará a los pies de la última subida a las Cabezas de Hierro.
La subida es incómoda ya que abunda el hielo y la poca nieve que hay está muy venteada. Poco a poco, vamos ganando metros hasta llegar a la planicie cimera. Con el hito de la cumbre a la vista, recorremos los últimos metros por una llanura completamente cubierta de hielo. De esta forma tan incómoda hacemos cima: Cabeza de Hierro Mayor (2.380 metros).
Tras una breve estancia en la cima, retomamos el camino. Los primeros metros los descendemos con cuidado al estar todo muy congelado. Tras algún resbalón y al ver que la Cabeza de Hierro Menor (2.376 m) tiene algo de nieve, decidimos poner crampones para avanzar con más seguridad. El entorno de esta segunda cota de las Cabezas de Hierro es algo más agreste que el del resto del cordal, no obstante, sigue siendo un terreno muy cómodo para encontrarnos a más de 2.350 metros de altura.
Desde la Cabeza de Hierro Menor bajaremos poco a poco, saltando de bloque en bloque, evitando el hielo en la medida de lo posible. Terminaremos alcanzando el Collado de Valdemartín (2.153 metros). Si las condiciones hubieran sido más favorables, otra opción hubiera sido descender al río Manzanares directamente por la Loma de Cabezas pero el abundante hielo y la ausencia de un camino claro nos tiró para atrás.
En el collado, giramos a la izquierda y bajaremos todo recto por el arroyo de Valdemartín, sin camino definido, evitando las escobas de brezo en la medida de lo posible. Llegaremos al cauce que hoy está bastante impracticable por el hielo, pero que suele ser el lugar por donde mejor se avanza al haber poca vegetación y trazas de senda.
Iremos perdiendo metros de desnivel, siguiendo el cauce del arroyo hasta conectar con el río Manzanares. Allí, nos uniremos al sendero PR M-18 que remonta todo el valle desde Canto Cochino hasta la cima de la Bola del Mundo (2.258 m), nombre popular del Alto de Guarramillas. Este sendero es por el que bajaremos hasta el parking.
Ya por esta senda andaremos más despreocupados. El hielo desaparece y el camino está bien señalizado, siempre pegado al río Manzanares.
La senda desemboca en el Puente de los Manchegos (1.720 metros) por donde discurre una pista forestal muy conocida por los ciclistas. Metros más adelante del puente, siempre por la solana, veremos el desvío de la senda a la derecha.
La bajada es agradable y cómoda y el sol hace que la temperatura sea muy llevadera. Atravesaremos una zona de pinar y, en un zig-zag, veremos a mano derecha un desvío que nos deja junto a la cascada de los Chorros del Manzanares que baja espectacular.
El descenso en este punto se hace más pronunciado hasta alcanzar el cauce del río. Lo cruzaremos por el Puente del Retén, un sólido puente de madera. Al otro lado, encontraremos un denso pinar con una senda muy bonita.
De nuevo, conectaremos con una pista forestal. Caminaremos unos 200 metros por ella hasta que veamos a mano izquierda un nuevo desvío por senda. Lo tomaremos. La senda avanza unos 30 metros por encima del río y las vistas son muy buenas a las pozas que forma el Manzanares (como la Charca Verde) y a la Cuerda de la Milanera que delimita la Pedriza por el Oeste.
Conectaremos con una segunda pista forestal y cruzaremos el río de nuevo por un puente para alcanzar la otra orilla. Allí abandonaremos la pista y tomaremos una nueva senda a mano derecha que nos llevará hasta Canto Cochino. Existe la posibilidad de ir por pista pero preferimos evitarla siempre que sea posible…
Remontaremos una loma y comenzaremos a descender por un frondoso pinar hasta alcanzar el puente del inicio, que nos permite cruzar a Canto Cochino, cerrando así esta circular. Una ruta muy recomendable por su variedad de paisajes que es preferible hacer en primavera u otoño, sin hielo, y disfrutando de mayores horas de luz.
Datos técnicos
Distancia: 26 km
Desnivel positivo acumulado: 1.400 m+
Tiempo neto: 7 horas (ritmo ligero)
Fecha de realización: 22/12/2013
Cartografía: Parque Nacional Guadarrama – La Pedriza. Escala: 1:25.000. Editorial Alpina.
Algunos links interesantes
La Sierra de Guadarrama o «La Sierra» como dicen los madrileños, suele tener mala fama por ser un lugar masificado y lleno de «domingueros». Esa fama, magnificada por los telediarios cuando se colapsa el Puerto de Navacerrada tras una nevada o el parking de Canto Cochino, no debe llevarnos a equívoco, esta sierra es brutal y tiene una cantidad de rincones tremenda donde perderse y no ver a casi nadie en todo el día.
Dicho esto, vamos con los links…
Lo primero que quería recomendar es esta fantástica web de montaña: REC Mountain. En ella encontraremos actividades extremas, la mayor parte de ellas en el Sistema Central, filmadas con una calidad gráfica impresionante.
Para terminar, quería recomendar dos carreras de montaña que he tenido la suerte de correr en esta sierra: el Maratón Alpino Madrileño y el Gran Trail Peñalara. Dos carrerones muy bien organizados y con mucha tradición que nos llevarán a los lugares más bonitos de la Sierra. Obligadas para los corredores de montaña de la zona.
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